Un mes había pasado desde aquella propuesta que Harry me hizo. Ya me encontraba viviendo con él, todavía seguía sin creerlo, de alguna manera esto se me hacía raro, no sé por qué.
Estaba en mi cuarto, recostada mirando el techo, solo pensaba y escuchaba música, como siempre. Estaba escuchando los Beatles, algo que me daba mucha paz y me alegraba un poco, este mes había sido muy agotador, por toda la mudanza, más demás cosas que no merecen ser mencionadas.
-¡_______, ven aquí! – escuche desde la sala, me quite los auriculares, apague mi iPod y me dirigí hacía la sala, un poco curiosa ya que quería saber que era lo que quería Harry.
- ¿Qué quie – me detuve cuando vi que su molesto amigo estaba en la habitación – Oh, hola Dougie. – respondí con mala cara, no me caía muy bien que digamos, yo tampoco le caía bien a él, por lo que vi.
- A mí tampoco me alegra mucho la idea de verte – respondió Dougie con un tono de broma, algo usual en él.
- Tu cara tampoco me alegra – respondí con el mismo tono burlón.
- Bueno, dejen de discutir nenes – dijo Harry.
- No nos digas ‘nenes’ – respondimos Dougie y yo al unisonó.
- Bueno, como sea – replicó mi hermano.
- ¿Para qué me llamabas? – le pregunté.
- Te llamaba para decirte que Dougie vivirá con nosotros por un par de días – respondió a lo que yo lo miré con mi peor cara.
- ¡¿Qué?! – dije gritando, lo que menos deseaba era a ese chico en mi casa - ¿Por qué?
- Nada que te incumba, solo voy a vivir acá y hacerte la vida imposible – Acotó Dougie y yo lo miré con una mirada asesina.
- Me llegas a hacer algo y te quedas sin descendencia – repliqué en un tono desafiante.
- Inténtalo- dijo él acercándose más a mí, casi rosando mi cuerpo.
- No sabes lo que soy capaz de hacer – dije mirándolo fijamente a los ojos.
- Después se quejan de que les digo nenes, nadie los entiende – dijo Harry haciéndose paso entre nosotros – El punto es que él va a vivir acá, y nadie le va a hacer la vida imposible a nadie – dijo mirando a Dougie – y nadie se quedará sin descendencia – dijo esta vez mirándome a mí.
Apenas mi hermano terminó de hablar me fui de nuevo a mi habitación, ya de mal humor, odiaba el hecho de que su amigo venga a vivir a casa, es muy molesto pensar en eso, y ni me quiero imaginar cuando esté instalado acá, esto va a ser lo peor.